Por el momento sólo es un sueño, pero nuestro mundo y nuestro pueblo están pasando por momentos difíciles estos meses. Al primero un terremoto lo ha dejado huérfano en Haití, al segundo le falta dinero para terminar su IGLESIA...momentos duros que sólo nos agarran a la Fe.
De momento son muchas ilusiones, pero un festival taurino benéfico sería un sueño hecho realidad para los aficionados que amamos la Fiesta, y que por encima de todo tenemos a Dios.
Hay muchos toreros que le deben a este pueblo parte de sus comienzos, y ahora es el momento de devolvérselo. Esos novilleros que a comienzos de los 80 venían a un pueblo manchego con un solo objetivo en la cabeza...triunfar.
Y de los novillos...Dios se encargará, pues su pueblo lo necesita. Un servidor se apunta a luchar por las dos cosas que más ama... ¿y usted?
lo mejor que pasa en esta zona manchega , es el festival taurino de herencia.
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