lunes, 26 de julio de 2010

EN HERENCIA, UN 26 DE JULIO DE 1930...


Es nuestra historia, que no deja de ser nuestra vida. Quieran o no forma parte de nosotros mismos, y en las más de las ocasiones nos sentimos orgullosos de ella. Y es que es ésta misma la que no deja de darnos sorpresas, y mucho más si se trata de la historia de nuestro pueblo, esa Herencia de la que nuestros mayores disfrutaron y nos dejan por "herencia". Pues en una tarde como hoy, HACE OCHENTA AÑOS, en nuestra localidad estaba acartelado un interesantísimo festejo taurino, celebrado con ilusión y con ganas de divertirse: era el segundo espectáculo que se celebraba en la localidad después de su inauguración en las Fiestas de La Merced un año antes. Con su plaza acogedora, entonces situada en lo que hoy conocemos como el barrio de san Antón, Herencia se disponía a dar suelta a un encierro de novillos que serían lidiados por un "granaíno" que apuntaba hechuras de torero apodado "Perete" y un muchachillo de Alcázar de san Juan llamado Laurentino Carrascosa -ay si hubieran sabido los herencianos lo que aquel chiquillo llegaría en el campo bravo-. No lo cuentan las crónicas, pero estoy seguro de que no sólo ellos saltaron al ruedo aquella tarde, pues algún que otro chavalín andaría por estas tierras manchegas ilusionado en la mayor de las proezas en la España de los 30: ser torero, quién sabe si alguno de los nuestros no soñó de esa manera. Así lo narraría ABC, y así, os lo brindamos a los aficionados de Herencia:
"En Herencia se lidiaron novillos de Elizaguirri, que resultaron bravos y con poder, siendo ovacionados todos en el arrastre. El mayoral tuvo que saludar desde el ruedo.
Perete estuvo muy bien en todo, cortando una oreja. Laurentino Carrascosa toreó estupendamente de capa y muleta, y muy bien matando. Cortó orejas y fue sacado en hombros."


Javier Fernández-Cballero Díaz-Meco

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